Detrás del mostrador

Claves para la limpieza de tu farmacia

Tu farmacia, libre de impurezas y microorganismos

LA LEY DICE

El Artículo 104 del Reglamento de Insumos para la Salud establece que los propietarios de los establecimientos cuidarán del aseo de los mismos; las siguientes estrategias permitirán que tu farmacia siempre se encuentre en óptimas condiciones.

MOBILIARIO

Estantería. Los anaqueles deben estar hechos de material resistente a agentes limpiadores, con separación mínima de 20 cm del piso y del techo para facilitar la limpieza, colocados de tal modo que no se puedan caer los insumos para la salud y artículos de higiene personal. El mostrador debe tener los mismos rasgos de resistencia a productos de higiene. Antes de limpiarlos, coloca la mercancía en lugar seguro.

Tarimas. Su superficie debe ser fácil de limpiar y moverse para revisar que no exista fauna nociva; en caso de que detectes roedores, insectos u otro tipo de plaga, debes poner en marcha un plan para exterminarlos.

Estructura. Paredes, pisos y techos deben ser lisos.

MATERIAL

Limpiar con agua y jabón reduce la presencia de microbios, suciedad e impurezas sobre las superficies; esto es relevante en tu farmacia, pues si algunos clientes están enfermos, al tocar alguna de ellas dejan microorganismos que posteriormente contagian a otro consumidor e, incluso, a ti, estimado dependiente.

DESINFECTANTE

Revisa que su uso no afecte los productos de la farmacia. Lee y sigue las instrucciones que aparecen en la etiqueta para garantizar su empleo seguro y eficaz. Es importante mantener ventilada el área a desinfectar para evitar que compuestos tóxicos de estos productos queden atrapados y dañen a quien los aplica.

TÉCNICAS

De arriba hacia abajo. Paredes y puertas, terminando en el piso.

De adentro hacia afuera. por el lado opuesto a la entrada.

Más a menos. Inicia de lo limpio hacia lo más contaminado.

Del centro a la periferia. Cuando se trata de zonas muy extensas.

Húmedo. No uses escoba si exista el riesgo de levantar polvo, mejor utiliza trapeador con solución desinfectante, y otra cubeta con agua para enjuagarlo.

ORDEN

Momento. No es conveniente limpiar en horarios en que la demanda del público es intensa, ya que hacerlo entorpece la atención al público; de igual forma, debes considerar que los clientes con algún tipo de alergia no deben coincidir con tareas de limpieza, ya que corren el riesgo de presentar brotes alérgicos. Por tanto, la higiene se debe realizar cuando no haya consumidores, o bien, exista poca afluencia.

Periodicidad. La higiene no es eterna, por lo que es de suma importancia establecer horarios para llevarla a cabo continuamente. Asimismo, no todas las áreas necesitan la misma periodicidad. La zona destinada a la venta al público requiere limpiarse diariamente e, incluso, es indispensable hacerlo varias veces al día; en cambio, el almacén se somete a limpieza profunda en el momento de llevar a cabo un inventario.

SIEMPRE LIMPIO

Cada puesto compartido, como la caja, debe ser desinfectado tras el cambio de turno, de manera que quien ingresa a la jornada laboral cuente con un entorno libre de impurezas y gérmenes; también es fundamental tener cerca gel a base de alcohol para que los clientes se desinfecten las manos al entrar a la farmacia, y para que tú lo utilices cada vez que has atendido a un consumidor. Es importante que te laves las manos con agua y jabón frecuentemente.

Bitácora. El programa de limpieza y desinfección debe supervisarse en forma continua para verificar su adecuación y eficiencia. Para ello, es necesario llevar un control de las acciones realizadas para mantener la farmacia en impecables condiciones.