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Sobredosis

Cómo reducir el riesgo

DEFINICIÓN

Se presenta cuando se administra cantidad mayor de medicamento y, si ocurre por error, se denomina sobredosis accidental. Asimismo, la gravedad de los síntomas, así como el tiempo que tardan en desarrollarse, dependen de múltiples variables: tipo de fármaco, dosis utilizada, vía de administración, varias sustancias al mismo tiempo y/o existencia de un problema que afecte la metabolización de los fármacos implicados, entre otras. Por ello, es esencial reducir el riesgo de que esto pase; las siguientes medidas serán útiles para lograrlo.

RECETA

Como los medicamentos de prescripción son los indicados por el médico, el paciente debe tomar las siguientes precauciones:

En el consultorio. Leer con atención la receta en cuanto a nombre del medicamento, dosis y duración del tratamiento; en caso de duda, preguntar al médico para que la aclare. Asimismo, informarle si está tomando otro fármaco y/o si puede combinarlo con otros principios activos o suplementos.

En la farmacia. Revisar que el medicamento que está dispensando el dependiente sea correcto.

En casa. Seguir al pie de la letra las indicaciones terapéuticas del médico, así que nunca se debe aumentar la dosis, frecuencia y/o alargar el tratamiento sin consultar previamente al profesional de la salud. De igual forma, jamás tomar un medicamento que no pueda verse claramente, ya sea por falta de luz, porque se necesitan lentes y/o se tiene prisa, así que siempre hay que asegurarse de estar tomando el medicamento prescrito. También registrar la hora, fecha y cantidad de fármaco para evitar sobredosificación.

OTC

El empleo de medicamentos de libre venta es muy valioso, porque alivian malestares menores de salud; para que el consumidor los use sin efectos secundarios, debe seguir las siguientes pautas:

Instrucciones. Siempre leer y obedecer las indicaciones sobre su uso impresas en el empaque.

Límite. Si las molestias persisten, no tomar el medicamento con más frecuencia de lo que dice la etiqueta, ni hacerlo más tiempo de lo recomendado; tampoco aumentar la dosis. Lo conveniente es consultar al médico.

Cantidad. Utilizar el dispositivo de administración de dosis que viene con el fármaco, por ejemplo, gotero o vaso dosificador.

Duplicación. No tomar dos o más sustancias que contengan el mismo ingrediente activo.

Control. Asegurarse de estar tomando la fórmula correcta, y llevar un registro de la fecha, hora y dosis que se empleó.

SEGURIDAD

Sin acceso. Guardar todos los medicamentos en un solo lugar, que sea fresco y oscuro para no alterar sus propiedades, así como fuera del alcance y vista de los niños, en un sitio que se pueda cerrar con llave. Si hay adultos que necesitan ayuda para tomar diversos medicamentos, tampoco deben tener acceso a ellos cuando estén solos en casa.

Empaque. Guardar siempre todas las sustancias en sus envases originales para evitar errores de administración, y en caso de que no estén empacadas debidamente, lo mejor es desecharlas.

Necesarios. Usar medicamentos para enfermedades específicas, pues si se emplean para otras molestias, pueden causar daño.

Sin capacitación. No hacer caso a las recomendaciones de amigos, familiares o vecinos.

Periodicidad. Cada cierto tiempo revisar el botiquín casero para desechar medicamentos que sobraron de tratamientos anteriores, así como reponer fármacos de libre acceso faltantes o caducos.

Pirata. Los medicamentos falsificados carecen de control de calidad, lo que supone grave riesgo de causar sobredosis.